Tuesday, March 22, 2011

SEÑOR INDIGENA: PUEDO?

Mucho se habló y se seguirá hablando sobre los derechos de las comunidades nativas en nuestro país. Por un lado los buenos son ellos, los indígenas y por otro lado el monstruo exterminador las compañías petroleras. La constitución Política del Estado menciona en su artículo 66 : " Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal. "
Creo que este artículo es claro. Los recursos naturales pertenecen al Estado quien tiene toda la potestad para utilizarlo de la mejor manera posible. A mi humilde entender las comunidades indígenas han confundido este concepto , pesimamente asesorados por algunas ONG, basándose en el artículo 88 que menciona que el Estado garantiza el derecho de propiedad sobre la tierra, pero se reserva el derecho por ley de limitarlos según sea el caso. Creo que el artículo especifica que las tierras que ocupan las comunidades son de su propiedad mas no lo que haya dentro de ella. Es por esta razón que no entiendo porque reclaman cuando el Estado firma un convenio con alguna compañía para explotar los recursos.
El problema surge cuando aparecen personajes siniestros como el tristemente célebre Ollanta Humala o Alberto Pizango que engañan a la gente haciéndoles creer que las compañías se llevan el dinero en camiones sin dejar nada a los que , según él, son los verdaderos "dueños" del bien. Nada más falso. El Estado tiene la absoluta potestad de entregar en concesión la explotación de los recursos previo acuerdo que sea beneficioso para ambas partes. Es obvio que dentro de este acuerdo o contrato de concesión el Estado está en la obligación de salvaguardar la integridad de las comunidades aledañas así como del medio ambiente. Las comunidades tienen todo el derecho del mundo a defender su entorno, su hábitat, pero no tienen ningún derecho a decidir quien debe explotar los recursos del estado y mucho menos a bloquear carreteras o realizar vandalismo.
Hoy en día las palabras "medio ambiental" están en boca de todos. Todos quieren ser "medio ambientalistas" y queremos defender el planeta a como de lugar. Esto sería muy bueno si no existiesen de por medio otro tipo de intereses que son los que verdaderamente mueven estos ideales. Existen muchas ONGs que están detrás de las comunidades indígenas "asesorándolos " según ellos con un único fin de ayudarlos, aunque todos sabemos que siempre hay un interés económico detrás.
Para muestras , algunos botones:
CASO I
Hace algunos años una compañía se encontraba realizando operaciones extractivas de hidrocarburos en la selva peruana. Como muchos saben las instalaciones y sobretodo la alimentación en estos campamentos es de primera calidad para todo el personal, con la finalidad de brindar mayor comodidad a personas que se encuentran expuestas a trabajos muy duros y cuyas estadías suelen ser prolongadas. En las tardes se acostumbraba entregar algunas raciones excedentes a las comunidades de los alrededores con el fin de evitar desperdiciar los alimentos. Era una costumbre muy sana y que los comuneros agradecían de gran forma, lo cual servía además como aliciente en las buenas relaciones de la compañía con las comunidades. Cierto día llegó a las oficinas de Lima una demanda judicial de parte de una comunidad nativa. El motivo: algunos niños indígenas presentaron diarreas y fiebres por "el mal estado " en que la compañía había entregado los alimentos. Los abogados de la compañía apelaron la demanda aduciendo que en las fechas en que supuestamente se reportaron los enfermos ninguna persona en el campamento presentó algún problema por la alimentación. Luego de algunos dimes y diretes y para evitar mayores problemas que podían perjudicar a ambas partes, la compañía pagó una fuerte indemnización a la comunidad. A partir de ese momento nunca más se entregó ningún tipo de alimento a las comunidades. Simplemente si algo queda, debería incinerarse, desperdiciando de esta manera algunos alimentos. Poco tiempo después se comentó de que una ONG fue la que hizo todo este asunto de la demanda y fue la que finalmente se benefició con la indemnización.

CASO II: Un buen día salí, junto con un colega, del campamento después de haber estado casi 20 días trabajando. Luego del vuelo de helicóptero que nos trasladó desde el campamento hasta la base en donde estaba el aeropuerto, esperamos la llegada del avión que nos llevaría a la ciudad. Cuando nos avisaron que el avión ya se encontraba listo hicimos nuestra cola esperando nuestro turno para abordar. De pronto, por nuestro lado pasaron dos comuneros con sus atuendos típicos e ingresaron al avión sin siquiera hacer cola ni nada por el estilo. Solo atinamos a sonreír pensando que por alguna razón no entendían las normas civiles. Grande fue nuestra sorpresa cuando al llegar al asiento que se nos había asignado estaban ocupados por estos dos personajes. Muy amablemente me acerque a uno de ellos y le hice notar, mostrándoles mi boleto, que ese asiento me lo habían asignado a mí y que por favor se levantara para poder ocupar mi lugar. El tipo ni se inmutó. Siguió conversando con su compañero. Volví a reclamarle por mi asiento y nuevamente para el tipo yo no existía. Esa actitud prepotente y de soberbia fue la que me molestó. Cuando estaba a punto de alzar la voz reclamando mi lugar se me acercó la aeromoza casi rogándome que me calmara y que nos asignaría unos asientos mejores más adelante. Luego casi a escondidas me explicó que debíamos tener paciencia con estos personajes ya que era un mandato de la compañía el mantener buenas relaciones con las comunidades, además que, según ella, a veces el problema de comunicación era porque no entendían muy bien el castellano. Esto último me pareció muy extraño porque que yo recuerde, los tipos hablaban un castellano casi perfecto . Respiré profundo y me senté en mi nuevo lugar.

Estos son solo dos ejemplos de que no siempre los malos son malos y los buenos son buenos. Lo que debe enseñarse a la población y sobre todo a las comunidades indígenas que los recursos naturales pertenecen a todos los peruanos y que un buen acuerdo, dentro de todo marco legal y de protección al medio ambiente, puede rendir muchas ganancias a todos. Debemos erradicar esa idea absurda de que el extranjero solo viene a llevarse nuestras riquezas y que encima nos deja basura.
Con esto no pretendo ocultar desastres ambientales terribles que ocurrieron a lo largo de la historia si no de crear conciencia que la explotación de los recursos naturales, en este caso el petróleo o gas, llevada de una manera correcta puede generar bienestar y sobretodo fuente de trabajo que es lo que mas necesitamos. En el mundo existen muchos casos en donde se han desarrollado campos petroleros en medio de ciudades, como en China o el mismo USA. El petróleo y su entorno pueden convivir tranquilamente y llevarse muy bien, todo depende de los acuerdos y sobretodo del respeto al medioambiente.

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